viernes, 18 de febrero de 2011

"Juntos hacia una iglesia abierta, solidaria y misionera" - APORTE DEL DEPARTAMENTO DE LAICOS

A raíz del subsidio de referencia distribuido en la diócesis, la comisión del DEPLAI elaboró este aporte basado en  las opiniones particulares de sus miembros,  sin perjuicio de promover luego un tratamiento más profundo y general en las distintas comunidades.

1.-¿Cómo nos vemos como Iglesia?
 Ø       Vivimos en una Iglesia que no ha asumido plenamente, en los hechos, la doctrina del Vaticano II. Seguimos manejándonos con un estilo paternalista y ligado al poder, con una visión predominantemente “clerical” y personalista en  la acción pastoral. Nos falta una profunda conciencia de que el Pueblo de Dios no somos sólo los que vamos a Misa. Entre nosotros nos sentimos “bien”: en la parroquia, en el templo, en el movimiento, en el colegio de nuestros hijos. Y centramos gran parte de la acción en este reducido núcleo.

Ø       Hay nostalgia por tiempos vividos y logros alcanzados. En muchos casos esto nos hace paralizar la creatividad. Se repiten acciones, planificaciones que, como no se ajustan al cambio de época fracasan y llevan a muchos al desánimo y hasta el enojo.
En muchos espacios estamos como “detenidos en el tiempo”. Nos resistimos a conocer, a asumir, a reconocer, que el cambio ya está instalado, que nosotros, nuestras familias, nuestros trabajos,… todos somos parte de este cambio de época. En la acción pastoral muchas veces parece que viviéramos en una burbuja, ajenos a lo que pasa afuera de ella.

Ø       Pensamos que como Iglesia nos falta jugarnos más por lo que creemos y proclamamos. No tenemos suficiente presencia en los medios masivos de comunicación que hoy en día la gente tanto consume, de utilizarlos, podríamos llegar a más y más personas con diferentes mensajes o simplemente opinando acerca de la realidad que nos toca vivir, sea esta desde lo social, económico, político, etc., etc.

Ø       Pensamos que muchas veces nos vamos en palabras pero nos faltan las obras. Solemos hablar, casi como ridiculizándolos, de personas de otras religiones que caminan a las horas y los días más insospechados proclamando su fe, aunque muchos reconocemos que a nuestra Iglesia eso es lo que le falta, menos bla bla y mas acción, más cercanía con el hermano, más trato cordial. Nos preocupa ver los templos vacíos principalmente en las zonas céntricas, el promedio de edad cada vez más alto, la poca presencia de jóvenes…

Ø       Es una alegría que en nuestra Iglesia diocesana nos encontremos dispuestos a asumir este desafío: … hacia  un pastoral diocesana planificada.
Quizás no estén todos comprometidos o se sientan involucrados, o lo vean complejo y no se sumen… pero a quienes ya lo estamos asumiendo nos toca  estar atentos para crear espacios y ocasiones para convocar permanentemente a que todos tengan la oportunidad y posibilidad de ir sumándose;  respetando los tiempos de cada uno, cada institución, cada movimiento, cada parroquia, cada capilla, cada agente de pastoral. Esto es clave y da identidad comunional. Como DEPLAI, estamos dispuestos a sumarnos decididamente y aportar en este camino para que nuestra Iglesia Diocesana cumpla con su misión.
  
2-¿Qué imagen de Iglesia damos a través de nuestra acción pastoral?
 Pensamos que damos imagen de una Iglesia "cerrada", "no actual" es decir encasillada, reacia a los cambios y si se hacen, llevan muchísimo tiempo, por lo tanto a nuestra Iglesia el tiempo le pasa por encima, pareciera como si siempre estuviéramos desactualizados en función de lo que el mundo esta pidiendo y necesitando.

También y lo decimos con tristeza, nuestra Iglesia ha perdido credibilidad; si bien se producen situaciones irregulares en relación a algunos sacerdotes que quisiéramos que no ocurrieran, lo que vemos de parte de la Iglesia que  frente a la realidad, no salimos a hablar de los sacerdotes que SI cumplen con su vocación y compromiso; nos dedicamos más a criticar a quien no vive los valores del Evangelio y eso no habla bien de la Iglesia a la cual pertenecemos todos.

Nuestra acción pastoral es tímida, como avergonzada por temor al rechazo, más secreta que pública.

Para la mayoría de las personas la imagen de la Iglesia se identifica con la imagen de la jerarquía eclesiástica, lo que manifiesta una poca presencia del laicado organizado.

3-¿Con que Iglesia soñamos?
 Ø       Soñamos con una  Iglesia más católica:
Con una Iglesia más INCLUSIVA y menos EXCLUYENTE. Con una Iglesia en la que todos nos sintamos parte y demos respuesta a los problemas mas urgentes y concretos. Con una Iglesia más cercana, que reconozca "formas inéditas de pobreza y exclusión.... esclavitudes modernas que desafían de un modo nuevo a la creatividad, la participación y la organización del compromiso cristiano. ." (HB 24)

Ø       Soñamos con unas Iglesia más Santa:
 Una Iglesia en la que cada uno de nosotros como parte de ella, tendamos más a imitar la vida de Jesús Con agentes pastorales que sean un ejemplo de vida, COHERENTES con su prédica.

Ø       Soñamos con una Iglesia más misionera y misericordiosa:
 Con una Iglesia que salga al encuentro y no que espere en el templo que la gente vaya. Con una Iglesia que contenga a la gente, en lugar de señalarla con el dedo. Que salga al encuentro de todos, sin excepción: presos, casados sólo por civil, que conviven sin estar casados, divorciados en segunda unión, drogodependientes, que no tienen con qué vivir.

Soñamos con una iglesia más estricta consigo misma que con los demás. Con una iglesia que no vacile en condenar las malas conductas de algún agente pastoral laico o consagrado, en lugar de disimularlas. Con una Iglesia que denuncie la injusticia

Ø       Soñamos con una Iglesia comunión:
Una Iglesia donde cada una de las vocaciones se reconozca miembro de esta Iglesia local desde el lugar que vive su vocación, pero corresponsable con el otro. Caminando a la par, con el ideal frente para buscar en conjunto los pasos posibles. Soñamos con una Iglesia donde laicos y consagrados vivamos la espiritualidad de comunión  en verdaderos espacios de diálogo, discernimiento, oración, vida cotidiana donde primen los modos de relacionarnos. Soñamos con vivir la espiritualidad de la Iglesia local.

 4-¿ Qué hacer? 
Formar equipos de servicio para realizar este proceso, donde se de tiempo a quienes lo integran para encontrarse, lograr cohesión interna y establecer un ideal de servicio, con valores comunes asumidos por TODOS. Y que vaya desarrollando un plan de acción, construido con el aporte de TODOS. Antes de programar iniciativas concretas, hace falta promover una espiritualidad de la comunión, proponiéndola como principio educativo en todos los lugares donde se forma el hombre y el cristiano. (NMI 43)

Como DEPLAI:
  • recoger opiniones en nuestras comunidades y en el pueblo en general.
  • acercar inquietudes, proponer soluciones y cuestionar impedimentos que están dentro de lo accesorio y no en lo fundamental.
  • acercarnos al Obispo, en lugar de esperar a que nos den directivas.
  • no bajar los brazos. hacer oír nuestra voz, participar, dar a conocer nuestras opiniones y propuestas, en todas las oportunidades que tengamos.
  • promover por todos los medios expandir la Iglesia, saliendo de los ambientes pastorales en que cada uno se mueve, para entrar en aquellos en los que todavía la Palabra de Dios no ha llegado.
 Es necesario y urgente que dediquemos tiempo a la oración por nuestra Iglesia, pidiendo al Señor que nos acompañe y proteja en este peregrinar.

Hacer una experiencia significativa de toma de conciencia de la realidad actual, que nos llame a la conversión personal y comunitaria, un nuevo modo de “SER IGLESIA”, que nos anime a  transformarla, asumiendo un compromiso coherente entre lo que decimos y lo que hacemos.

DEPLAI, Febrero 2011